Bandera de Chile en mapa, flecha apuntando hacia arriba indica crecimiento y oportunidades

Nuevas oportunidades y proyectos: el camino para un Chile con más empleo y desarrollo

En Chile, las oportunidades definen el futuro. Por eso, la creación de nuevos proyectos en sectores estratégicos como la manufactura, minería y construcción se presenta como una necesidad urgente. Apostar por estas iniciativas no solo dinamiza la economía, también fortalece el tejido social, generando empleos dignos y construyendo un Chile donde nadie se vea obligado a partir para alcanzar un mejor estilo de vida.

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Manufactura: potencial de crear y exportar valor

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Foto: Rodolfo Jara / Forbes Chile

La industria manufacturera aporta aproximadamente el 11% del PIB y, en el primer cuatrimestre de 2024 registró 10,666 ofertas de empleo, según Trabajando.com. Este sector tiene un potencial inmenso si se fomenta la creación de productos con valor agregado que puedan competir en mercados internacionales.

Un ejemplo a seguir es Alemania, cuya estrategia de «Industria 4.0» ha modernizado sus plantas manufactureras con tecnología avanzada, mejorando la productividad y generando empleos especializados. Si Chile fortalece la manufactura a través de incentivos fiscales y programas de innovación, podría diversificar su economía y generar oportunidades laborales estables y bien remuneradas.

La minería: pilar con etiqueta de renovación

Maquinas mineras en sitio
Foto: InvestChile

La minería ha sido, históricamente, el corazón económico de Chile. Según datos de Statista, en 2023 este sector representó el 11% del PIB nacional, mientras que en los dos primeros meses de 2024, se posicionó como el principal sector exportador del país, generando un 49% de los embarques, sumando operaciones por US$ 8.184 millones, según datos de Statista y la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales.

Es una industria que ha puesto a Chile en el mapa global, liderando la producción de cobre a nivel mundial. Sin embargo, para que esta fortaleza continúe, es vital invertir en proyectos que exploren nuevos yacimientos e integren tecnologías más eficientes y sostenibles.

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Países como Australia han sabido renovar su industria minera con estrategias que combinan innovación y políticas públicas favorables. Por ejemplo, el gobierno australiano ha impulsado programas que facilitan la exploración de nuevas áreas, mientras apoyan la capacitación de trabajadores para adaptarse a las demandas tecnológicas del sector. Chile podría seguir un camino similar, impulsando nuevos proyectos mineros que generen empleos directos e indirectos en las regiones más afectadas por el desempleo, al igual que en las zonas más alejadas, permitiendo a las familias permanecer unidas al encontrar oportunidades laborales en sus propias comunidades, evitando la necesidad de migrar a las grandes ciudades en busca de trabajo.

Construcción: una vía para el bienestar

Ministro Paris visita las obras del Nuevo Hospital Salvador e Instituto de Geriatría. 2021
FOTO: KARIN POZO/AGENCIAUNO

El sector de la construcción proporciona infraestructura vital y es motor importante de empleo. Según la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), esta industria aporta cerca del 7% del PIB y emplea a más de 700.000 personas en el país. La reactivación de proyectos de vivienda, infraestructura vial y obras públicas podría representar un salto significativo en la creación de empleos formales.

España, por ejemplo, implementó un ambicioso plan de inversión en infraestructura tras la crisis económica de 2008, lo que permitió recuperar miles de empleos perdidos y revitalizar regiones deprimidas. En Chile, una apuesta decidida por la construcción no solo ayudaría a paliar el desempleo, sino que también mejoraría la calidad de vida de las personas, reduciendo la brecha de acceso a viviendas y servicios básicos.

La creación de oportunidades no es responsabilidad única del Estado; el sector privado también juega un rol fundamental. Iniciativas público-privadas que fomenten la inversión en proyectos estratégicos pueden acelerar la recuperación económica y sentar las bases para un desarrollo sostenido.

En palabras de Benjamín Soto, líder del movimiento «Por un Chile Mejor»:

«Cuando nos la jugamos por nuevos proyectos y abrimos puertas para la inversión, estamos dignificando la vida de miles de chilenos. El desafío está claro: es hora de apostar por un Chile donde nadie quede atrás, transformándonos en un país más justo y próspero».

Chile tiene el talento, los recursos y la capacidad para convertirse en un país donde cada persona pueda alcanzar sus sueños sin abandonar su tierra. Pero para lograrlo, es esencial una visión audaz y colaborativa que priorice la creación de proyectos que generen empleo, impulsen el crecimiento económico y fortalezcan la cohesión social.